László Krasznahorkai entra a la selecta lista del premio Formentor de las Letras

Madrid. El escritor húngaro László Krasznahorkai, autor de una obra narrativa extensa y celebrada, fue reconocido con el prestigioso premio Formentor de las Letras 2024, con lo que entra a una selecta lista de autores, entre los que se encuentran algunos de los grandes genios de la literatura contemporánea, como el francés Pascal Quignard, quien lo ganó el año pasado.

El jurado destacó que su obra es un reflejo de la abrupta cartografía de la sinuosa peregrinación humana y de los secretos murmullos de una ensimismada premonición.

Reunidos en Marraquech, ciudad ligada también a la alta literatura que celebra el premio Formentor, el jurado expuso algunos de los motivos de la elección, al destacar que la obra de Krasznahorkai sobresale por sostener la potencia narrativa que envuelve, revela, oculta y transforma la realidad del mundo; por dilatar la versión novelesca de la enigmática existencia humana, por convocar la vigorosa lectura de una compleja fabulación y construir los fascinantes laberintos de la imaginación literaria.

El cuerpo de sinodales estuvo presidido por el presidente de la Fundación Formentor, el crítico y escritor Basilio Baltasar, además de los otros miembros del grupo que eligió al autor de este año, que fueron Berta Vías Mahou, Dulce María Zúñiga, José Enrique Ruiz-Domènec y Andrés Ibáñez. Éstos, después de ordenar los méritos de los escritores presentados como candidatos por el jurado, y tras evaluar la calidad y sentido de sus obras literarias, finalmente se decantaron por la del escritor húngaro.

En sus explicaciones advierte que la obra de nuestro premiado abarca en su elíptica y demorada evocación los sombríos, bellos y melancólicos paisajes del alma, la abrupta cartografía de la sinuosa peregrinación humana y los secretos murmullos de una ensimismada premonición. Además señalan que en la trama de unas ficciones sorprendentes, los personajes de László Krasznahorkai se distinguen por su lánguida, recóndita y ensortijada personalidad. En su itinerario narrativo, conciencia y peripecia, ironía y tristeza, la locura y lo sagrado, fluyen al compás de una meditada cavilación. Los personajes son siempre densos, imprevisibles y al borde de una delirante redención.

Los miembros del jurado también destacaron que las estructuras narrativas de László Krasznahorkai y su estilo detallista, lento y dilatado, manifiestan la energía creativa de una literatura ajena por completo a la influencia industrial del divertimento. A lo largo de las décadas, su obra ha reunido a una comunidad internacional de lectores comprometidos con la tradición artística de la novela europea. Las obras de László Krasznahorkai nos devuelven la virtuosa flema de la lectura y la contemplación de lo extraño, solemne, letárgico, oscuro y voluptuoso que palpita en el corazón del hombre. Nuestro autor renueva así la autoridad estética de la gran literatura.

Krasznahorkai nació el 5 de enero de 1954 en Gyula, Hungría, donde estudió derecho y lengua y literatura húngaras; después de algunos años como editor, se convirtió en escritor. Abandonó su país en 1987, cuando viajó a Berlín Occidental para obtener una beca. A principios de la década de 1990, pasó largos periodos en Mongolia y China, y más tarde en Japón. Su primera novela, Satantango (1985) fue traducida al español como Tango satánico, después publicó Melancolía de la resistencia (1989). Otras de sus obras traducidas al castellano son: Guerra y guerra; Al norte la montaña, al sur el lago, al oeste el camino, al este el río; Ha llegado Isaías; Y Seiobo descendió a la Tierra; Relaciones misericordiosas, y El último lobo.

El Premio Formentor está dotado con 54 mil 500 dólares y cuenta con el mecenazgo de las familias Barceló y Buadas. Fue fundado por un reputado grupo de editores europeos, entre ellos Carlos Barral, Claude Gallimard, Giulio Einaudi, Heinrich Maria Ledig-Rowohlt, Barney Rosset y Weidenfeld & Nicolson.

Entre los autores premiados en la primera etapa del premio, de 1961 a 1967, se encuentran escritores como Jorge Luis Borges, Samuel Beckett, Saul Bellow, Jorge Semprún y Witold Gombrowicz.

Tras su recuperación, en el año 2011, el premio lo han recibido Carlos Fuentes, Juan Goytisolo, Javier Marías, Enrique Vila-Matas, Ricardo Piglia, Roberto Calasso, Alberto Manguel, Mircea Cărtărescu, Annie Ernaux, Cees Nooteboom, César Aira, Liudmila Ulítskaya y Pascal Quignard.

  • La Jornada