Desesperación, la nueva marca de Xóchitl

Héctor M. Magaña

Han pasado unos días desde que salió el Debate Presidencial en la televisión. Ahora, después de la euforia de los memes estamos viendo la reacción de la oposición, en específico, estamos viendo como el comportamiento de Xóchitl Gálvez ha virado nuevamente. Hemos pasado del comportamiento jocoso de inicios de campaña al ataque profundo. Es decir, estamos viendo la desesperación a flor de piel. Solo basta explorar las noticias que se publicaron después del debate: Se burla de Sheinbaum por tener un departamento en lugar de una casa, se reveló la verdadera naturaleza de sus empresas, en Jalisco la campaña se ha vuelto más agresiva en los espectaculares. En fin, el ataque se ha vuelto más virulento pero las propuestas no se ven por ninguna parte.

 

Hay que concretar un poco más. El debate solo ha provocado la desesperación de la oposición. La vemos más errática, más rencorosa. Xóchitl Gálvez está mostrado lo peor de su naturaleza. Ante todo, creo que las palabras de Viri Ríos en El País valen la pena: “En un país machista como México, las evaluaciones estereotípicas son muy comunes y explican en gran medida la dificultad que las mujeres tienen para acceder a puestos de poder. El reto que nos imponen los estereotipos es infranqueable. Se nos demandan virtudes masculinizadas para acceder al poder, pero se nos castiga si las demostramos. Por eso, a un hombre líder casi nunca se le llamará frío. Se le llamará sereno, mesurado, elegante o ponderado. En cambio, a una mujer que muestre las mismas características se le tachará de insensible, impasible, distante y, en el peor de los casos, incluso se hará referencia a su vida sexual llamándola frígida”.

 

El clasismo, el machismo y, por supuesto, el desprecio absoluto a toda elite que no es empresarial se ha exhibido claramente en el debate. Son la marca del “PRIAN”. La burla, la mofa, los memes, son ahora la leña que alimenta su ira. Ahora, ciega completamente, Gálvez se lanza hacia Claudia Sheinbaum, pero, para su desgracia la mofa no para. ¿Qué sucederá el próximo debate? ¿Qué veremos en nuestras pantallas? Quizás solo la nueva marca de la oposición la desesperación. La ciega, furibunda y trastornada desesperación.