El caso Gordillo para sospechosistas

Por Wenceslao Vargas Márquez*

 

La última nota que publicamos respecto del caso Gordillo y su relación con las elecciones presidenciales la concluimos diciendo que no encontrábamos elementos para suponer que el SNTE y Nueva Alianza hayan solicitado -y logrado- la prisión domiciliaria de la maestra Gordillo como condición para apoyar el PRI con el voto nacional del magisterio. Varias razones anotamos, la principal, que no hay voto unánime del magisterio en ningún sentido, además de que a raíz de la prisión de la exlideresa en 2013 se rompió la uniformidad sindical dentro de la clase que dirige el sindicato.

Anotaremos aquí un testimonio de Gabriel Quadri, excandidato presidencial de Nueva Alianza en 2012, y quien sonó por algunos días para repetir como candidato presidencial para el 2018. Su candidatura se quedó en el andén cuando Nueva Alianza se fue en el tren del PRI-Verde, tren que salió más temprano. Con esto quiero decir que Quadri es un personaje cercano a Nueva Alianza, vale decir, íntimo de las entrañas de Nueva Alianza y que sabe muy bien lo que dice.

Gabriel Quadri publicó a fines de diciembre 2017, después de la liberación de la maestra el día 16, un tuit donde le peleaba al usuario tabasqueño @MartinezBriceno el señalamiento de que Nueva Alianza y el SNTE intervinieron por Gordillo a cambio de votos para el PRI. Dijo Quadri lo siguiente, algo enfadado, desmarcando del tema lo que a él le importa desmarcar: “Nueva Alianza no tiene nada que ver con Gordillo. Al contrario, hay antagonismo entre ella, el partido y el SNTE. Gordillo está con Morena desde las elecciones en el Estado de México. Infórmate…”.

Después de este regaño tuitero, por un lado Quadri se fue a Chile a recibir el 2018, creemos que medio enojado, y por otro lado, el yerno de Gordillo, González Sánchez, apareció en un mitin de López Obrador y Morena en Hidalgo a través de una organización llamada Redes Sociales Progresistas (RSP), confirmando lo que Quadri sostiene y lo que dijimos aquí desde el principio: da flojera refutar a los sospechosistas por los múltiples despropósitos que sostienen. Quizá estos dos hechos sean suficientes para dejar a atrás la idea de que la  excarcelación fue una operación electoral corporativa en favor de Meade, quien además también lo ha negado. Dicho de otra forma la exlideresa no se fue a su casa por lo que esgrimen los sospechosistas. Pero así como tratamos de hacer un esfuerzo para comprender el proceso político de la prisión domiciliaria de la exdirigente nacional del PRI, y nos damos una respuesta, no logramos desentrañar dos cuestiones que quizá vayan aparejadas.

Una de las dos cuestiones que no logramos comprender es quién y por qué decidió que Nueva Alianza no fuese junto con el PRI en las elecciones para gobernador en el estado de Veracruz. En 2016 Nueva Alianza, tanto como el SNTE y sus dos secciones veracruzanas, la 32 y la 56, pusieron personal y directamente sus capitales políticos en el platillo de la balanza etiquetada con el nombre de Héctor Yunes Landa quien resultó derrotado frente a Yunes Linares. Nos resulta inexplicable que apenas dos años después vayan separado PRI y Panal. ¿A quién no le convino repetir? ¿No le hacen falta a Yunes Zorrilla unos votos más? El Panal tiene 18 presidencias municipales.

El Panal veracruzano, siguiendo el pragmatismo de todos los otros partidos (todos iguales), decidió por dedazo que la exmorena, González Sheridan, fuese su candidata a gobernadora. Quienes se quejen en Nueva Alianza contra la persona o contra el procedimiento demostrarán gratuitamente su desconocimiento acerca del procedimiento interno de todos los partidos políticos: todos designan por dedazo sin medir historiales de trabajo. Ninguno ha decidido a sus candidatos por medio de votaciones internas, el Panal no es la excepción por lo que sorpresas no hay.

La otra cuestión de la que decíamos líneas arriba de la cual no tenemos respuesta es desentrañar si el SNTE, al convocar a elecciones nacionales internas adelantadas desde el 9 de noviembre 2017, sabía o no que la maestra Gordillo iría a prisión domiciliaria prácticamente un mes después, el 16 de diciembre. La pregunta es pertinente si damos por hecho lo que mencionó en su tuit de diciembre el enfadado Quadri: hay “antagonismo entre ella, el partido y el SNTE”. Nosotros nos damos como respuesta dos posibilidades.

La primera posibilidad es que el SNTE no tenía el dato duro, jurídico y político, de la excarcelación de la maestra. La segunda posibilidad es que sí lo sabía el SNTE actual pero que esperaban la excarcelación para poco después del 12-14 de febrero, fecha de la realización del congreso nacional de elecciones, pero algo falló en las previsiones y fue excarcelada antes poniendo en compromiso, como dicen los médicos,  la salida tersa prevista para el congreso de elecciones.

Decimos líneas arriba que hacemos un esfuerzo intelectual de interpretación porque tratamos de apreciar los hechos objetivamente, sin información privilegiada, desde nuestro casero sofá de  cesante, pues llevamos once meses, casi el año, sin empleo y sin ingreso a la espera de una justicia por la vía administrativa que tarde o temprano llegará. Lo que me da confianza es que mi sindicato defiende enérgicamente los derechos de los trabajadores.

Si no fuese así me embargaría una gran preocupación.

*Twitter @WenceslaoXalapa