Píldora del día siguiente; anticoncepción de emergencia

 

Por Abigail Bello Gallardo*

El anticonceptivo de emergencia es un método para evitar el embarazo que se utiliza inmediatamente después de una relación sexual y debe tomarse a más tardar en los 5 días posteriores al contacto sexual. No es un abortivo ni se recomienda como control de la natalidad o método anticonceptivo normal.

A la anticoncepción de emergencia, anticoncepción hormonal postcoito -después de una relación sexual-, se le conoce también como ‘píldora del día siguiente’ (Anticoncepción de emergencia. Planificación familiar. Instituto Mexicano del Seguro Social).

Los anticonceptivos de emergencia pueden prevenir la mayoría de los embarazos y funcionan mejor cuando se toman dentro de las 24 horas después de la relación sexual. Sin embargo, todavía pueden prevenir el embarazo hasta 5 días después de haber tenido una relación sexual (Anticonceptivo de emergencia. Institutos Nacionales de la Salud. Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU. NIH. MedlinePlus).

De acuerdo a otros especialistas, debe tomarse a más tardar en los tres días siguientes de una relación sexual sin protección (Anticoncepción de emergencia. Planificación familiar. Instituto Mexicano del Seguro Social).

Las píldoras anticonceptivas de emergencia no pueden provocar un aborto ni afectan a la fertilidad futura.

El uso de píldoras anticonceptivas de emergencia no se recomienda como método anticonceptivo de uso regular ni se deben administrar a mujeres con embarazo confirmado. Sin embargo, si una mujer las toma sin saber que está embarazada, los datos disponibles indican que los medicamentos no perjudicarán ni a la mujer ni al feto (Anticoncepción de emergencia. Organización Mundial de la Salud. Centro de Prensa. Febrero de 2016).

El anticonceptivo de emergencia puede causar efectos secundarios. La mayoría de ellos son leves. Estos pueden incluir: Cambios en el sangrado menstrual, fatiga, dolor de cabeza, náusea y vómitos.

Después de usar el anticonceptivo de emergencia, el siguiente ciclo menstrual puede empezar antes o después de lo esperado. El flujo menstrual puede ser más ligero o más abundante de lo normal (Anticonceptivo de emergencia. Institutos Nacionales de la Salud. Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU. NIH. MedlinePlus).

Si no llega la menstruación dentro de las 3 semanas después de tomar el anticonceptivo de emergencia, la paciente podría estar embarazada. En este caso, deberá acudir con su médico para que le indique un examen de embarazo.

El anticonceptivo de emergencia es un método para prevenir el embarazo en mujeres.

Se puede usar principalmente:

-Después de un ataque o violación sexual.

-Cuando un condón se rompe o un diafragma se sale de su lugar.

-Cuando una mujer olvida tomar las píldoras anticonceptivas.

-Cuando se tiene una relación sexual y no utiliza ningún método anticonceptivo.

-Cuando algún método de control natal no se usa correctamente (Anticonceptivo de emergencia. Institutos Nacionales de la Salud. Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU. NIH. MedlinePlus).

Entre muchos casos.

Existen tres métodos de anticoncepción de emergencia:

-Píldoras anticonceptivas de emergencia.

-Píldoras de anticonceptivos orales combinados o método Yuzpe.

-Dispositivos intrauterinos de cobre.

1. Píldoras anticonceptivas de emergencia.

La Organización Mundial de la Salud recomienda uno de los dos fármacos siguientes para la anticoncepción de emergencia, tomados en los cinco días posteriores (120 horas) a la relación sexual sin protección:

-Levonorgestrel en una sola dosis de 1,5 mg. Otra opción es tomar dos dosis de 0,75 mg separadas por 12 horas.

-Acetato de Ulipristal en una sola dosis de 30 mg.

En cuanto al Ulipristal, de acuerdo con los datos recogidos evita el embarazo en el 98% de los casos o incluso en un porcentaje superior, sobre todo si se toma dentro de las 72 horas posteriores a la relación sexual sin protección. Sin embargo, en la mayoría de los países requiere receta médica.

2. Método Yuzpe.

En el método Yuzpe se toman píldoras que contienen anticonceptivos orales combinados.

Las píldoras se toman en dos dosis, y ambas deben contener un estrógeno (de 100 a 120 mcg de etinilestradiol) y un progestágeno (de 0,50 a 0,60 mg de levonorgestrel o de 1,0 a 1,2 mg de norgestrel).

La primera dosis se debe tomar tan pronto como sea posible después de la relación sexual sin protección (preferentemente en las 72 horas posteriores y, a más tardar, en las 120 horas posteriores [5 días]); y la segunda dosis, 12 horas más tarde. Si se experimentan vómitos durante las 2 horas posteriores a la toma del medicamento, se debe administrar una nueva dosis.

El anticonceptivo de emergencia deberá emplearse con precaución en mujeres con porfiria (enfermedad de la sangre) y en caso de enfermedad del hígado grave.

En algunas mujeres, unos días después de la toma de las pastillas, se puede presentar un escaso sangrado que no debe ser confundido con la menstruación.

3. Dispositivos intrauterinos de cobre

La Organización Mundial de la Salud recomienda que la colocación de un dispositivo intrauterino de cobre, cuando se utilice como anticonceptivo de emergencia, se realice en los cinco días posteriores a la relación sexual sin protección. Este método es particularmente apropiado para las mujeres que deseen usar un método anticonceptivo de larga duración, reversible y sumamente eficaz.

El dispositivo intrauterino de cobre impide la fertilización porque provoca un cambio químico que afecta al espermatozoide y al óvulo antes de que lleguen a unirse.

Cuando se coloca en los cinco días posteriores a la relación sexual sin protección, la eficacia del dispositivo intrauterino de cobre para prevenir el embarazo es de más de 99%. Es el método anticonceptivo de emergencia más eficaz que existe. Una vez colocado, la mujer puede continuar utilizándolo como método anticonceptivo regular y decidir cambiarlo por otro método más adelante.

La única situación en la que no se debería utilizar nunca un dispositivo intrauterino de cobre como método anticonceptivo de emergencia es cuando la mujer ya esté embarazada, si tiene hemorragia vaginal, cáncer cervicouterino y endometrial y enfermedad inflamatoria pélvica (Anticoncepción de emergencia. Organización Mundial de la Salud. Centro de Prensa. Febrero de 2016).

El especialista médico indicado para indicar o aplicar la anticoncepción de emergencia es el ginecólogo, aunque también otros médicos pueden hacerlo.

Prevención

Las adolescentes que han iniciado vida sexual activa y no desean embarazarse, se les debe instar a usar dos métodos anticonceptivos, por ejemplo, condón y pastillas tomadas o inyectadas y otras combinaciones (Los bebés de las bebés. Diario de la Juventud Cubana. Edición digital. 2015).

Desafortunadamente, la televisión permite escenas de sexo implícito o explícito en horarios en que los niños y adolescentes aún están despiertos provocando su curiosidad de sentir placer, sin tomar en cuenta las consecuencias de esos actos. Igual sucede con muchos juegos de vídeo, películas, la música como el reagueton, entre otros.

Por esta razón los padres deben disciplinarse a revisar lo que sus hijos observan mientras ellos trabajan o bloquear todas las páginas de internet que son para adultos y permitan solo las páginas de aprendizaje y recreación sanas.

Revisar los teléfonos celulares de sus hijos menores de edad es otra forma de cuidarlos de la influencia de malas compañías y provocaciones sexuales del exterior o abuso en el interior del hogar.

Para evitar los embarazos en adolescentes hay que insistir más en las políticas públicas, programas sociales y campañas sobre el tema, y propiciar la comunicación en el hogar, la escuela, el consultorio, el barrio, y los medios de difusión masiva.

Desde el punto de vista social se deben incrementar las actividades recreativas sanas en las que se promuevan, además, contenidos sobre el peligro que hay en un embarazo en las adolescentes, cómo evitar un embarazo e información sobre la existencia de farmacias de anticonceptivos orales e inyectables (Los bebés de las bebés. Diario de la Juventud Cubana. Edición digital. 2015).

Como siempre, insisto en la imperiosa necesidad de que las instituciones de salud federales, estatales y municipales, informen a la población de manera sencilla, breve y frecuente acerca de las enfermedades, y cómo prevenirlas o controlarlas, a través de todos los medios de comunicación masivos; además de promover políticas públicas para lograr la prevención de las enfermedades.

*Colaboración.