¡Fuera máscaras!

Por Luis Gerardo Martínez

 

Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: “Cierren los ojos y recen”. Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia.
Eduardo Galeano

¡Fuera máscaras!, señala reiteradamente Andrés Manuel López Obrador. No es otra cosa que los conservadores, neoliberales o neoporfiristas se muestren tal cual, con su imagen y su realidad.

¡Fuera máscaras! esos tiranos que buscan nuevamente ostentar el poder, por otros 80 años, para conservar sus privilegios e intereses personales; que la gente los conozca tal cual.

Las máscaras, para los conservadores, sirven para esconder su doble actuar. Atrás de ellas están sus intereses, doble moral y sus ansias de poder perpetuo. Ellos se ocultan fingiendo ser lo que no son. La revolución de las conciencias han llevado a la politización del pueblo.

Además, este proceso electoral 2024 ha posibilitado eso: exhibir a los tiranos que se camuflajean tras partidos políticos y son quienes realmente mandan. Sin mayor rubor viajan con la candidata “X” intentando regresar a la dictadura perfecta de la que hablara Mario Vargas Llosa refiriéndose a la perpetuación del poder del PRI y PAN.

López Obrador, desde antes del 2000 ya hablaba de “La mafia del poder”, del PRIAN y del cinismo de ambos. Los delataba ya.

También, aquellos pasajes históricos en que Diego Fernández de Cevallos se rasgaba las vestiduras por validar la victoria de Carlos Salinas de Gortari; o aquel en que Vicente Fox Quesada llamaba a votar por Enrique Peña Nieto, en lugar de hacerlo a favor de la candidata de su partido, Josefina Vázquez Mota.

Esto es, el amasiato entre PRI y PAN ha estado en sus ADN como estrategia para mantener al Estado secuestrado por unos cuantos, engañando al pueblo con narrativas clasistas, machistas y vulgares. Ambos partidos, incluido ahora el fantasmal PRD, responden a los intereses de los Claudio X González y su club de megaempresarios: esos que mentían prometiendo “Si nos va bien a nosotros, a ustedes también”, el caso es que al resto, al pueblo, los beneficios jamás llegaban, les engañaban con programas paliativos que acondicionaban el voto electoral a favor de sus incondicionales.

El periodo neoliberal de 36 años seguidos, incluidos los 80 años de dictadura perfecta del PRIAN se convirtió en una verdadera pesadilla social e histórica para México.

Por eso es necesario, que se quiten las máscaras y muestren sus rostros de hipócritas. El nuevo proyecto de nación que encabeza AMLO ha puesto a los tiranos entre la espada y la pared. La misma gente, ya más politizada, ve las cuerdas del yugo que ataba a esa sociedad libre pensadora. Ahora son tiempos de cambio. ¡Fuera máscaras!