Después de EU: ¿Quienes son los que más reservas de oro tienen en la región?

De acuerdo con el reporte de Trading Economics, Estados Unidos sigue liderando la cantidad de este metal en el continente.

El oro ha estado en medio de las discusiones por su alza de precio, debido por las tensiones que existen en Medio Oriente. Hace semanas los lingotes subieron hasta 1.2% hasta los 2.400.67 dólares, mientras que la plata cotizó en su nivel más alto desde febrero de 2021.

En el mundo, el país que cuenta con las mayores reservas de oro sigue siendo Estados Unidos con 8,133 toneladas de este material, de acuerdo con datos presentados por Trading Economics, seguido de Alemania con 3,353 toneladas, luego Italia con 2,452 toneladas, Francia con 2,437 toneladas y Rusia con 2,333 toneladas.

En América Latina el panorama cambia, ya que las reservas cuentan con cifras reducidas para este primer trimestre, a comparación del mundo. Venezuela, Brasil y México son los países que cuentan con la mayor reserva, con 161, 130 y 120 toneladas respectivamente.

Luego de estos países, de acuerdo con Trading Economics, en el top le siguen Argentina con 61.74 toneladas; Bolivia (34.79); Perú (34.67); Ecuador (33.78); Paraguay (8.19); Guatemala (6.89) y Colombia (4.68) en el puesto 10

¿Qué significa tener reservas de oro?

De acuerdo con Michael Ortegón, decano de la facultad de ciencias económicas y administrativas la universidad colombiana de Uninpahu, es importante tener reservas de oro, debido a que los bancos funcionan con un sistema de reserva fraccionaria y estas entidades guardan lo reservado en grandes cantidades de dinero.

Ortegón explicó que en el caso colombiano la importancia es «mínima», ya que las reservas nacionales equivalen a 1.5% del total. Sin embargo, explicó que estos valores funcionan en casos de crisis, como recesiones, debido a que en estas situaciones, entidades bancarias como el Banco de La República ven este material con valor «significativo» y todas las demás instituciones que manejen este tipo de valores monetarios.

El decano de la facultad de ciencias económicas y administrativas de Uninpahu explicó que, en Colombia, «hay una baja dependencia del oro, porque sus sistema de reservas está basado en papel moneda y en dólares. En este sentido, el papel que tiene este material en el sistema es un comodín que se tranza en un mercado con valores especulativos, por lo que su rol es muy básico en la economía colombiana».

Laura Lizarazo, analista de riesgo global en Control Risks, añadió sobre la importancia de las reservas en que esta «radica en contar con un respaldo de valor altamente confiable, que brinda un soporte seguro a las economías frente a ciclos de gran inestabilidad, incertidumbre o choques inesperados (desastres naturales, conflictos armados, contracciones productivas severas, crisis inflacionarias, etc.)».

«A medida que el mundo se dirige hacia un desprendimiento gradual pero sostenido del dólar como la divisa dominante (por la tensión comercial entre China y Estados Unidos, los frentes de conflicto en Rusia-Ucrania y Medio Oriente), se vuelve una prioridad para los bancos centrales diversificar sus fuentes de respaldo monetario. En esta tendencia el oro es por excelencia la opción más segura», agregó.

La subida del oro

El oro al contado subió 1% hasta los 2,396.11 dólares la onza en Londres, representando el mejor avance desde principios de 2023, mientras que la plata subió hasta 29.22 dólares la onza. El platino y el paladio también avanzaron incluso cuando el índice Bloomberg Dollar Spot cotizaba cerca del nivel más alto desde noviembre.

En 2023 el oro y el cobre fueron los únicos commodities que presentaron rentabilidad con 13.01% y 1.19% respectivamente.

Esto se dio por los inversores que buscaron en el activo un refugio seguro, además, un dólar más débil también impulsó la demanda de este metal.

La flexibilización de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal podría ser beneficiosa. ING proyecta que el oro alcanzará nuevos máximos en 2024, con posibles recortes de tipos que respaldarán los precios.

  • El Economista