Carta al ex rector de la #UV

Por Jaime Fisher*
¡Hola negro! ¿Cómo estás? Me informa la prensa que andas otra vez por acá. Volver a la escena del crimen es querencia que pocos logran resistir ¿no? Te comento que hace unos días, en conocido bar xalapeño, departí con algunos de tus ex camaradas cuyas almas, tristes y pesarosas por tu filiación priísta, recurrieron al tequila para encontrar un poco de paz y sosiego. Yo hice lo propio con el tequila, aunque nomás por el puro gusto de que hayas vuelto.

IMG_2028

Tus antiguos camaradas (así se llaman entre sí los miembros de la «izquierda») parecen necesitar una explicación de tu parte. Y es que, según dicen, no entienden tu cambio de bando. Hice lo que pude para explicarles cómo y por qué los cambios de opinión, de bando y de bandoleros definen la (tu) sabiduría. Pero nada conseguí. Quedaron más enfurecidos –encabronados– que antes de mi explicación. Tus declaraciones de la semana pasada a Rocío de la Barreda, en estas mismas páginas, deben haberles terminado de retorcer el páncreas.

Y es que dices cosas como esa de «Héctor Yunes no es Javier Duarte». A mí me parece muy grande verdad esa, puesto que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, cosa que siempre que puedo me gusta recordar. En lógica se llama principio de identidad. Pero eso no les importa a tus ex camaradas. Y a mí tampoco. ¡Por supuesto que Héctor Yunes no es Javier Duarte! De la misma manera que Raúl Arias no es Sara Ladrón de Guevara. ¿Qué esperabas? A Héctor le gustas mucho, mientras que Javier no te quiere, y eso que el gobernador no es tu ex camarada. Tú tampoco quieres a Javier Duarte. Y yo estoy de acuerdo con él y contigo, por lo que felicito a ambos y les otorgo una palomita que aquí les va.

Pero entonces, ¿Héctor Yunes no es Javier Duarte? Gracias por avisar. Sin tan clara idea (deberías incorporarla a tu «plataforma» esa rumbo a la SEV) nadie se hubiera percatado que Héctor Yunes no es Javier Duarte, que no es Hugo Sánchez, ni tampoco Teresa de Calcuta. Pero se te pasó decir que Duarte sí es jefe de Héctor, que éste es tu patrón, y que los tres obedecen al ex gobernador (y doctor) Fidel Herrera, quien tampoco es Javier Duarte, ni Héctor Yunes, ni Raúl Arias, ni Teresa de Calcuta. Sí pues, negro, una cosa siempre será una cosa y otra cosa siempre será otra cosa. Y luego dices que «la educación en Veracruz está en el suelo». Pues sí, digo yo. Supongamos que quedó claro que Héctor Yunes no es Javier Duarte; pero ¿Héctor Yunes no es Miguel Yunes?, ¿Barak Obama no es Felipe González?, y ¿Diego Maradona no es Francisco I? ¿O sí? Piénsalo bien y muy de-te-ni-da-men-te, y ahí avisas.

Quien sí te quiere –como tú a mí y como yo a ti– es el inolvidable ex gobernador (y doctor) Fidel Herrera. Una vez me dijiste, haciendo gala de toda tu agudeza, que «Fidel se robó todo lo que pudo, aunque no pudo con todo». Supongo que no te referías a los 900 millones de pesos que su administración no entregó a la UV, que a la sazón gozaba de tu rectorado. Supongo también que si «no pudo con todo» fue sólo porque tú –con tu característica integridad y probidad– le negaste ayuda para llevárselo todo, aunque no opusiste resistencia. Por cierto, entre las cosas que tus ex camaradas no pueden entender destaca que el ex gobernador (y doctor) Herrera haya estudiado un doctorado de excelencia en la UV –que exige dedicación de tiempo completo–, mientras gobernaba Veracruz, mientras hacía que el estado y la autonomía universitaria latieran con fuerza, mientras ponía piso fiel a las viviendas de «las y los» veracruzanos, y mientras construía puentes que casi nunca se caían. ¿Sabías que como resultado de esa infamia, el PNPC eliminó al posgrado ese en que el ex gobernador (y doctor) obtuvo el título que tú firmaste? ¿Sabías que ahora los estudiantes ya no tienen beca del Conacyt, y eso gracias a ti y al doctor (y ex gobernador) Herrera Beltrán? ¿Sabías que por eso la Universidad Veracruzana se convirtió en el hazmerreír académico nacional e internacional? ¿Piensas manejar igual la SEV ahora que estás «tú con Héctor»?

Por otro lado, aunque por el mismo lado también, me recordaste a Serrat con eso de tu «plataforma para hacer una propuesta para sentar las bases de una transformación hacia el futuro» (Algo personal se llama esa rola, la puedes oír gratis en Spotify). Otra vez, negro, mira bien: hacia el futuro todo se transforma, y gratis. Nada es necesario hacer –ni siquiera una «plataforma»– para que se transforme, nos guste o no ese futuro. «Las y los» veracruzanos vamos hacia el futuro de manera inexorable, como lo hace el resto del universo, cosa que incluye a las políticas y los políticos, a las chiquillas y los chiquillos, a las candidatas y los candidatos, y a las futbolistas y los futbolistos, a Duarte, a todos los Yunes y a ti. Y dices que «la educación en Veracruz está en el suelo». Pues otra vez sí, digo otra vez yo.

Me entero también, por la entrevista referida, ¡que fuiste tú quien fundó al PRD! Si eso es cierto, como sin duda lo es, entonces ¡eso lo explica todo! Por eso ahora ese partido apoya al PAN y al primo incómodo de tu patrón (¡la izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas!). En lugar de fundarlo lo fundiste, al PRD. Por favor, haz algo similar con el PRI ahora que tan a gusto anidas en sus tripas.

Arremetes contra Miguel Yunes, quien es un santo, o por lo menos un beato (el viejo truco de los travestis ha quedado en un jocoso anecdotario jarocho). Incluso tu patrón, su primo hermano, dice que Miguel cubre el perfil para ser legionario de Cristo y seguidor del padre Maciel. Yo le creo a los Yunes tanto como a ti y a «las y los» demás candidatas y/o candidatos. Olvidas hoy tus loas de 1996-97 a Patricio Chirinos, quien le hacía el trabajo sucio a Miguel Yunes. ¿O era al revés? Da igual. Bien podrías también decir que Yunes Linares no es Chirinos Calero, contra quien poco antes habías apoyado a Heberto Castillo en las elecciones del 92, pero luego lo olvidaste. Ahora olvidas que diste la espalda a tu protector y padrino político, un tal Víctor Arredondo, quien te sostuvo como jefe de área, después te hizo secretario Académico, más tarde te heredó meses de Rectoría y, al final, te hizo rector por ocho años más. Algo le debes, me parece. Pero la puñalada que le diste fue trapera al intentar fundar tu propio maximato en Rectoría. Claro que todo esto que aquí recuerdo –nomás de pasadita– fue congruente con esta declaración tuya que ahora cito textualmente: «yo siempre he luchado por las ideas que tengo, por mi convicción, por donde creo debemos caminar y lo seguiré defendiendo» (sic). Y también te oí decir, como rector ¡que con el MEIF ibas a «educar en valores»! Tienes razón otra vez: «la educación en Veracruz está en el suelo». Seguramente la levantarás en dos años y desde la SEV. ¿O no?

Dices que «hay muchos sectores sociales que están lastimados por el maltrato que han recibido en los últimos años»; pero te equivocas en achacarlo todo a Duarte, jefe de tu patrón. Negro, eso inició desde atrás (sin albur): con el maltrato que, siendo rector, diste no sólo a quienes ni conocías, sino incluso a quienes te habían apoyado y eran tus amigos y aliados.

Sin mediar pregunta, hoy afirmas: «durante los ocho años nueve meses que estuve como rector con todo orgullo podemos (sic) afirmar que nunca hubo malos manejos en la Universidad Veracruzana». ¿Cómo le haces para transitar de la primera persona del singular a la primera del plural, sin tocar el claxon ni prender las direccionales, con tal garbo y firme decisión, pasando con gran indiferencia al lado de las reglas más elementales de la gramática? ¿Tú eres muchos, como aquél demonio que Legión se llamaba, nomás vales por muchos, o más que muchos? Un secretario de Educación como tú debería hablar mejor el castellano. Tal vez en el INEA te puedan ayudar. Todo tiene remedio. No pierdas la esperanza.

Pero, lo más importante: afirmas –también sin mediar pregunta– que «no me robé un solo peso». Mira que yo no lo había pensado, de hecho creo que nadie lo había pensado, por lo menos nadie que yo conozca. ¿De dónde te salió esa declaración? ¿Qué diría Freud? ¿Si nadie te acusa –al menos no todavía–, por qué niegas haberte robado «un solo peso»? ¿Acaso porque te robaste más de uno, es decir, varios pesillos? Yo no creo que te hayas robado ni uno solo, ni varios, ni muchos pesos, y ni siquiera una infinidad de ellos, porque creo eso que dices sobre tu ascética y espartana vida y, sobre todo, creo eso de que tienes dos préstamos y una hipoteca bancaria. ¿Por qué habrías de mentir al respecto? Lo que sí me sorprende es que seas un político pobre, pues como priísta sabes lo que dijo el profe Hank de los políticos pobres. Casi rompo en llanto cuando leí que necesitas trabajo aunque ya tienes uno (más la jugosa pensión de la UV, que tu selectiva memoria olvidó mencionar), y lo de tus deudas bancarias, ¡ay!, sólo para poder terminar de construir tu única casita muy linda y muy blanca; si no lloré fue sólo porque podrían decirme eso de «te hace falta ver más bax».

Más sorprende que seas víctima de la banca beneficiada por el Fobaproa, afrenta debida al PRI, a ese mismo PRI que hoy apoyas y sobre el que esperas fundar tu Iglesia y pagar tu hipoteca, préstamos e intereses. ¿De qué te sirvió estudiar economía? ¿Cómo caíste en las garras de los bancos? ¿Además de ser un político pobre eres un economista inepto? Eso, además de triste, no habla bien de un secretario de Educación. La próxima vez que te entrevisten mejor haz que te envíen las preguntas por escrito, y que alguien te asesore al responderlas. En una de esas, y ya que estás «Tú con Héctor», él podría ayudarte, si se lo pides y, sobre todo, si habla mejor castellano que tú, aunque lo dudo.

Dices que la deuda del gobierno con la UV debe ser pagada, pero ¿por qué no se la cobraste a Fidel en su momento? ¿Por qué no se lo recordaste cuando le diste el título ese con que se metió de doctor? ¿Por qué no lo negociaste con él en una cena de negros?

Bueno, como yo no metería las manos al fuego ni por mí, me despido ya de ti reconociendo tu osadía de meter las tuyas al fuego por un candidato del PRI, que es meterlas por el PRI y por los políticos con quienes hoy te ayuntas. Te reitero la seguridad de mi consideración más distinguida.

PD.- ¿Pediste permiso con goce de sueldo en tu chamba de Ecuador, solicitaste otro préstamo bancario, o estás utilizando tus días económicos para apoyar la campaña de Yunes Landa?

*Tomado de La Jornada Veracruz.