Estela Cuervo Vera: “Música para todos”

Estela Cuervo Vera: “Música para todos”
*Nunca llega tarde a una cita
*Es feliz, y quiere hacer feliz a los demás

Por Luis Gerardo Martínez García

Durante nueve meses, antes de nacer ya escuchaba a Béla Bartók, a Igor Stravinski y a Franz Peter Schubert porque su padre tocaba en la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Eso le permitió aprender con mucha facilidad la música que tenía presente desde pequeña. Estela Cuervo Vera es una enamorada de la música, de la pedagogía, pero ante todo, de la vida.

Nació en Xalapa, el 30 de abril de 1952, justo el día en que su padre tocaba en un concierto de la OSX. Quizás por eso siga llevando en sí ese espíritu de niña, notable a través de su mirada alegre, inquieta y creativa.

Muy temprano o por la tarde se refugia allá, en su estudio (donde si se estudia) a enseñarle a sus alumnos sobre Johann Sebastian Bach, Wolfgang Amadeus Mozart o Claude Debussy, según sea el caso. Porque se da el lujo de aceptar alumnos en su casa que bien pueden tener año y medio de edad o 93. Gente a la que enseña con el método Cuervo a ser feliz con la música.

Recientemente impartió a un grupo de maestros el curso “La importancia de la música en la educación”; dice que es imprescindible dar clases de música o de algún instrumento en la educación escolar, como ya se viene haciendo en otros países como Hungría, Venezuela y Suiza que incorporaron a sus leyes de educación las clases de música. Taiwán con la música en la escuela logró abatir la drogadicción y la delincuencia; en una sola generación cambió el panorama de su país.

Orgullosa, Estela Cuervo Vera, dice que su vida, su familia y su casa se convirtieron en la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Su papá, a quien cita cada cinco segundos en esta charla (no puede ocultar la gran admiración que le ha tenido siempre) dice, entró a la OSX en 1963. Estela siempre lo acompañaba porque le gustaba mucho escucharlos a todos. Ella inició como violinista en la orquesta teniendo apenas 17 años de edad, cuando el director era Fernando Ávila. Todos ellos son su familia, y disfruta mucho la orquesta a pesar de haber tenido graves problemas de salud que la hubieran llevado a dejar el violín; pero nunca lo va dejar, dice.

Ya iba a dejar la OSX; sin embargo, desde el cincuentenario de la orquesta su mayor ilusión ha sido llegar a los festejos del centenario, ya solamente le faltan 14. Lleva 46 años en la sinfónica; le preguntan si se va a jubilar pero ella quiere estar en el centenario: “Hasta que llegue me voy a jubilar, si es que llego; pero sí voy a llegar porque nunca llego tarde a las citas que tengo programadas.

Su vida transcurre entre los ensayos, los alumnos, sus hijos, sus nietos. Sus alumnos se convierten en parte de la familia; se siente muy orgullosa de ellos. Atiende a una alumna a las siete de la mañana; a veces termina sus clases a las nueve de la noche. Presume a sus alumnos, tuvo una de un año ocho meses, y otro de 83 años de edad. Además de eso, tiene tiempo para escribir libros relacionados con la música

Les enseña a sus alumnos que aprendan a distribuir su tiempo. “Einstein también tenía 24 horas al día. Que lo tengan presente a la hora de priorizar su agenda, y por supuesto que el tiempo alcanza para todo”, señala enfática. La vida de la maestra Estela Cuervo es muy feliz, a pesar de los problemas ha decidido ser feliz y hacer felices a los que estén a su lado. Alguna ocasión Einstein afirmó: “La mayor felicidad de mi vida proviene de la música”.

Estela Cuervo Vera estudió dos años en Milán, Italia; fue la primera graduada de la primera generación de la Licenciatura en Educación Musical de la Universidad Veracruzana, también estudió la Maestría en Psicoterapia Infantil en la Escuela Guestalt y terminó el Doctorado en Ciencias de la Educación en la Universidad de Almería, España. Es autora de los libros de Artes y Música con enfoque en competencias, de primero y tercero de Secundaria a nivel nacional.

Estela Cuervo Vera busca que la música sea para todos; y para lograrlo está convencida que la educación es la posibilidad.