Llama la CNTE a huelga nacional contra la reforma

 

Arturo Cano.

Aquí, donde estaría la pista de hielo similar a la que comenzó en el Distrito Federal y luego se extendió a todo el país, habla Manuel de Jesús Mendoza, secretario general suplente de la sección 7 del SNTE-CNTE: “Aquí hicimos pedazos su reforma educativa; aquí su reforma nació muerta. Y desde aquí llamamos a todo el movimiento a estallar la huelga nacional”.
Al lado de las casitas de utilería que buscan imitar un idílico paisaje navideño –nieve a 30 grados–, el dirigente advierte que el magisterio llegará “hasta las últimas consecuencias” para poner freno a los “fascistas” que quieren imponer “a sangre y fuego” la reforma educativa (o, más precisamente, administrativa, porque, como dijo el rector de la UNAM, Enrique Graue, “esperamos ver la reforma educativa pronto”).
“¡Defenderemos la educación pública al precio que sea necesario!”, reitera el líder.
“¡Hasta morir!”, corean los mentores que siguen los discursos.
Los maestros de Chiapas, agrupados en las secciones 7 y 40 del SNTE, se congregan para levantar el plantón instalado para protestar contra la “evaluación punitiva”, luego de dos días de enfrentamientos que derivaron en la muerte del profesor David Gemayel Ruiz Estudillo, de 29 años de edad. Reunidos en la plaza mayor, rinden un tributo de aplausos al egresado de la Normal Rural de Mactumactzá.

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En enero, respuesta fuerte
Al hacer una pausa en su movilización, advierten que si en enero el gobierno federal pretende reponer el examen para los docentes que no pudieron asistir por el boicot, “se encontrará una respuesta más fuerte. Volveremos con toda la sociedad y con qué defendernos”, dice el líder Pedro Gómez.
La respuesta gubernamental llega desde la capital del país, vía comunicado de la Secretaría de Educación Pública, que informa de una reunión del gobernador verde Manuel Velasco con el secretario Aurelio Nuño: “Comentaron, además, que se generarán las condiciones de seguridad para la aplicación de los instrumentos de evaluación, con el apoyo de agentes de la Policía Federal”.
Aunque también tienen baterías para las autoridades estatales, el blanco favorito de los gritos y las mentadas de los chiapanecos es Nuño, el secretario de Educación que ha hecho de los exámenes el centro de una intensa actividad que incluye honores a la Bandera todos los lunes.
Según las autoridades federales, a pesar de los “incidentes”, en Chiapas, como en el resto del país, la evaluación fue un éxito: aquí, se precisa, participó 59 por ciento de docentes convocados.
Los alrededores de la plaza, llenos de maestros que se reúnen en grupos, por zonas o niveles escolares, para compartir información y planear sus siguientes actividades, están repletas de pintas contra el gobierno que podrían resumirse en una frase, que es la convicción de los docentes locales: “En Chiapas no hubo evaluación”.
Los líderes dan por terminado el plantón luego de haber conseguido la liberación, vía canje, de sus seis detenidos durante las movilizaciones.
Lo hacen con un llamado a que los maestros retornen a sus comunidades y, donde los padres lo acepten, se pongan a dar clases los sábados y fuera de horario para reponer el tiempo escolar perdido por los paros y las marchas.
Es una pausa en la resistencia antes de las vacaciones decembrinas, porque igual anuncian que Chiapas habrá de participar en las movilizaciones con las cuales la CNTE cerrará el año. Este lunes, por ejemplo, arrancará una caravana para exigir la libertad de los “presos políticos”. La caminata partirá del Distrito Federal rumbo al penal del Altiplano, donde están recluidos cuatro miembros de la sección 22.
–Si tocan a uno… –grita uno de los dirigentes.
–¡Nos tocan a todos! –responde el coro reunido en el parque Central de la capital chiapaneca.
“Ahí donde deberían estar los criminales, los políticos mafiosos, los ladrones, ahí están nuestros compañeros maestros”, arenga un dirigente.

Hacia el paro indefinido
Pedro Gómez, líder de la sección 7, anuncia que “esta lucha la dedicamos al maestro David”, en referencia al profesor Ruiz Estudillo, quien murió el pasado martes, arrollado por “sus propios compañeros”, según la versión oficial, o como resultado de acciones de la Policía Federal, en la versión de los profesores.
“La procuraduría del estado ni siquiera ha emitido un boletín sobre el asunto”, dice un reportero local, aunque más tarde las autoridades estatales deslizan la declaración del chofer del autobús que atropelló a cuatro maestros y acabó con la vida del profesor Ruiz.
A la declaración de luto y algunos informes sobre los apoyos que se darán a la familia del maestro muerto, siguen otras indicaciones. A pesar de que sostienen que sólo asistió al examen “un grupúsculo”, los líderes recuerdan que el acuerdo de sus asambleas es “no dejar pasar a las escuelas” a quienes hayan participado en la evaluación.
“¡Traidores!”, grita un maestro, y muchos lo siguen en el rechazo a los que sí participaron.
En el reparto de responsabilidades otro de los líderes exige la “salida inmediata” del “corrupto e inepto” secretario de Educación estatal, Ricardo Aguilar Gordillo. El funcionario de marras es viejo conocido del magisterio por una sencilla razón: fue maestro y fue uno de los fundadores de la CNTE en 1979. En ese año, Aguilar Gordillo era un flamante egresado de Mactumactzá, la Escuela Normal Rural de la que son egresados no sólo los dirigentes radicales de la coordinadora, sino también una legión de cuadros del PRI y del SNTE de Elba Esther Gordillo.
El ahora secretario de Educación estatal ocupó el mismo cargo durante el último trecho del gobierno de Juan Sabines, no sin antes ser destacado miembro del partido de la rosa, liderado por Gilberto Rincón Gallardo, y más tarde operador en la entidad de la actual senadora Mónica Arriola Gordillo, hija de ya saben quién.
Todos los datos anteriores los enumera un fundador de la CNTE, ahora ya maestro jubilado, poco antes de que los profesores que levantan su plantón –más de tres días de faltas son causal de cese fulminante– entonen Venceremos, la creación de la Unidad Popular que la CNTE hizo suya desde su fundación, hace 36 años, precisamente en esta ciudad. En la despedida, los dirigentes repiten una y otra vez su mensaje central a las bases: es hora de ponerle fecha al “paro indefinido nacional” contra la reforma educativa (o administrativa, si seguimos al rector). (La Jornada)
Foto Víctor Camacho