Semblanza: 50 años de las telesecundarias en México[1]

Por Artemio Ríos Rivera*

 

Fundación de las telesecundarias : 1966-1970.

Dado el acelerado crecimiento demográfico en México durante la década del 60, con una tasa mayor a 4%, la demanda potencial de enseñanza media aumentó de 3.2 millones en 1960 a 5 millones en1970, en el marco de una población total que se incrementó de 36 a 50 millones de habitantes. El Estado mexicano se vio en la necesidad de ampliar la cobertura educativa en todos los niveles, pero especialmente en el de la secundaria.

El crecimiento de la demanda de educación secundaria, la ampliación, sofisticación y expansión de instrumentos electrónicos modernos y, en particular, la potencialidad de la televisión para mandar señales a distancia, así como la experiencia en televisión educativa que en ese momento se desarrollaba en  países como Italia, enmarcaron el surgimiento de la telesecundaria en nuestra nación, servicio educativo que se puso en marcha durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (GDO, 1964-1970).

Al inicio de la década del sesenta, el índice de analfabetismo era muy elevado, casi 40% de la población del país. El régimen de Díaz Ordaz puso en marcha en 1965 un programa de carácter prioritario: Alfabetización por Televisión. A través de la Dirección General de Educación Audiovisual y con el apoyo de Telesistema Mexicano S. A., se dio paso a la creación del Centro de  Experimentación  Educativa  Audiovisual.   El  programa   se  implementó logrando una eficiencia terminal de 33%. Como señalan Alberto Montoya y Martín del Campo, (Kelley, 1996) en el caso de la Telesecundaria el programa de Alfabetización por Televisión constituyó el precedente en el cual se había de apoyar el futuro proyecto educativo. De 1964 a 1970, Álvaro Gálvez y Fuentes fue director del Departamento de Educación Audiovisual de la Secretaría de Educación Pública, desde donde promovió la telesecundaria

A  mediados de la misma década del sesenta la demanda de educación media cubierta por la  SEP era muy baja, por lo que la penetración de la televisión, los bajos costos de la misma, la escasez de maestros especializados (egresados de las normales superiores) que quisieran trabajar en las áreas rurales, la dispersión de las poblaciones campesinas, la incosteabilidad de fundar en esos lugares secundarias directas, técnicas o generales, posibilitaron la creación de las telesecundarias.

El subsistema educativo de telesecundarias arrancó con una etapa experimental: «Previamente al surgimiento formal de la Telesecundaria, la SEP, creó el Proyecto de Enseñanza Secundaria por Televisión que inició sus actividades en circuito cerrado el 5 de septiembre de 1966″ (Velasco Ocampo, 1994:13), en esa etapa se formaron 4 grupos con diferentes variables cada uno para observar y probar su eficacia.

Dado el aprovechamiento similar entre los alumnos de las otras modalidades de secundaria y las telesecundarias experimentales, una «…vez evaluado y aprobado el proyecto de secundaria por televisión, se inició el curso en circuito abierto el 21 de enero de 1968…» (Vargas Machado, 1983:3) . Más de 6,500 alumnos escolarizados y 6,000 libres (que sólo se presentaban a la escuela a realizar exámenes) en los estados de México, Morelos, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y del Distrito Federal iniciaron con los trabajos escolares.

Inicialmente, los cursos se transmitían a través de la televisión en vivo; los guionistas, conductores y productores eran profesores a quienes se les definió como telemaestros. A los docentes que estaban al frente de las diferentes  escuelas  telesecundarias del  país  se   les  conoció como coordinadores de teleaula. En principio, el gobierno no contrató nuevo personal para el naciente subsistema educativo, no creó un nuevo tipo de nombramiento, sólo comisionó personal que ya estaba laborando en otras áreas.

Las críticas a esta modalidad educativa se centraron en argumentos tales como que el gobierno estaba abaratando la educación y quitaba fuentes de trabajo potenciales a las secundarias técnicas y generales, incluso existía la sospecha de que se estaba abriendo el camino para sustituirlas, “… desde el punto de vista del costo del proyecto éste resultaba mucho más  económico, si se contrataban maestros de primaria, ya que el monto de los salarios significaba una erogación menor para la SEP que el de los titulares de segunda enseñanza .» (Montoya, Alberto, Del Campo, Martín y otros en Kelley, 1996: 446).

Si el nuevo proyecto significó un ahorro importante para el gobierno, en los primeros momentos requirió de muy pocos recursos ya que la SEP ponía como condición para fundar una escuela de ese tipo, que la comunidad habilitara las aulas, adquiriera el televisor y se comprometiera en el equipamiento y mantenimiento de la escuela. Desde sus orígenes y hasta nuestros días las telesecundarias se han instalado en bodegas, casas rentadas o prestadas, casas del campesino, en el salón social, sala de juntas de sindicatos, en la agencia municipal, en fin, se ha aprovechado cualquier lugar para dar inicio a las labores escolares.

Es importante destacar que en tan solo cuatro años (dos de etapa experimental dos de trabajo abierto), al finalizar el gobierno de GDO,   más de  23,000  alumnos  regulares,   cerca_  de  30,000  alumnos   libres,  1 163 teleaulas y 5 437 egresados eran la realidad de telesecundarias.

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[1] Primera de tres partes. Basado en Ríos, Artemio (1998). El profesor rural de telesecundaria: su problemática en una comunidad. Memoria laboral, El Xúchil, Municipio de Tenampa, Ver. 1986-1988.  En http://oreon.dgbiblio.unam.mx/F/E6MNR3R5IGRIR9DFHPN93NLXCBUGTTKN2GIYFCGISP8YE1KMVR-66215?func=find-b&request=artemio+rios+rivera&find_code=WRD&adjacent=N&local_base=TES01&x=0&y=0&filter_code_2=WYR&filter_request_2=&filter_code_3=WYR&filter_request_3=  Consultado el 10 de febrero de 2018.

*Colaboración.