Conductas de riesgo en adolescentes

Por: Irasel Negrete Ronzón

 

Debes comenzar a pensar en ti mismo como la persona que quieres ser.-

David Viscott

 

     La  era  en  la  que nos  encontramos  está  marcada  por  la tecnología  y  la  expansión  de la  digitalización  en la  cual  circula  una  gran   cantidad  de  información a  nivel  global que  se  renueva  constantemente,  este  contexto  tan  dinámico  influye  en  todos  los individuos  de  una  u  otra manera,  aunado  a  esta  revolución  tecnológica, los  cambios  políticos  y  sociales  han  repercutido  en  la  manera  en  que  las  personas  jerarquizan  sus  valores  por  lo  que la  filosofía  de  vida  se  ve modificada.  Entre  algunas  otras  características  que  son  evidentes  en  el presente  siglo  están   de acuerdo con Gergen (1992) el  consumismo,  la idea  de  renovarse  continuamente,  la  necesidad de aprobación de  ajenos, el  miedo  a  perder  la  libertad,  la  falta  de  compromiso,  el  desprendimento  de  patrones  y  el  valor  del  individualismo, por  mencionar  algunos. Todos  estos  factores  además  de las  peculiaridades  del  contexto  socioeconómico  junto con una  situación  familiar  que  ofrezca  poca  estabilidad  emocional pueden promover  conductas  de  riesgo en los adolescentes.

     De acuerdo con  la  OMS (2017), la adolescencia es el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19 años siendo una de las etapas de transición más importantes en la vida del ser humano, caracterizada por un ritmo acelerado de crecimiento y desarrollo condicionada por diversos procesos biológicos,  esto  quiere  decir  que  a  lo largo  de  esta  etapa  se  viven  diversas  transiciones  que  van  a  colaborar  a la  definición  personal  que  después  se  verá  reflejada  en  el  ámbito  laboral. Cuando  los  adolescentes  se desenvuelven en  un  ambiente  familiar  sano  caracterizado  por  la  comunicación, cariño,  respeto  y  confianza  pueden  estar  mejor  preparados  para  vivir  situaciones futuras   que   debido  a  su  complejidad  los puedan  poner  en  riesgo,  ya  que el  núcleo  familiar   va  a ser  el  primer  contexto  socializador  que  va  a  proveer  de  valores  y  hábitos  al  adolescente  dotándole  de las  herramientas  necesarias  para  el  desarrollo de  su  autonomía,  el  segundo  ambiente  determinante  en  los  jóvenes  será  el espacio  educativo  con mayor  peso  en  los docentes  quienes  deberán  crear  ambientes  de  trabajo  armónicos  propicios  para  el  diálogo, el respeto y la construcción positiva  de la  personalidad, encaminados  a la  consecución  de las  metas  educativas  a  través  de  estrategias  claras y eficaces  que permitan  al  joven elaborar su proyecto de vida.

     Tal  como  lo mencionaba  al  inicio  del  texto,la  sociedad  actual  se  encuentra  en un  momento  donde  el  individualismo  es  una  gran  tendencia,  además  de  ello, mucha de la información  vertida  en  las  redes presenta  realidades  sociales  que  pueden  estar  modificadas  pero  que  sin  lugar  a  dudas   marcan  pautas  de  conducta  que  si  no  se  observan  desde  una  perspectiva  crítica  para  quien  las  recibe, podrían  ejercer  una  influencia  negativa o confusa.

     Algunas de las   conductas  de  riesgo  más  comunes  en  adolescentes  son el  consumo  de  drogas  (alcohol, tabaco y marihuana), las relaciones  sexuales  precoces y  sin  medidas  de  protección, transtornos  en la  alimentación, depresión, falta  de  actividad  física, obesidad  y  conductas  antisociales;  un  dato  alarmante  que  arrojó  un  estudio  realizado  por  la  OMS  en  2018  fue que la violencia interpersonal causa casi una tercera parte de todas las defunciones de varones, además  de  ello, a nivel mundial, casi 1 de cada 3 adolescentes de 15 a 19 años (84 millones) ha sido víctima de violencia emocional, física y/o sexual por parte de su marido o su pareja, por lo que reforzar tanto  en  casa  como  en  la  escuela  la  importancia  del  amor  propio  y  del  autocuidado  serán  puntos  importantes a tratar con los adolescentes.

      Para  concluir  este  análisis, evitar  que  los  adolescentes  caigan  en  conductas  de  riesgo  no  se  trata  de  coartarles  su  libertad,  sino  de  apoyarlos y guiarles  para  que  actúen  conscientemente y en  congruencia  con  su  sistema  de valores en  donde  lo  más  importante  para  ellos  sea  su  salud  físca, mental  y  emocional. Si  logramos  que  el  tránsito  educativo  durante  la  adolescencia  sea  con las  características  que marca  el  perfil  de  egreso a partir  del desarrollo  correcto de  las  asignaturas, estaremos  logrando  el tan deseado  equilibrio  del  adolescente  pues  no  sólo  será  consigo  mismo  sino también  en armonía con  su  entorno  natural  y  social .