Alertas de género no son efectivas; feminicidios se incrementan: Olga Estrada

  • En México, al día, mueren hasta siete mujeres por esta causa, detalló especialista en estudios de género de la UANL
  • “En redes sociales también existe un aumento de violencia de género”: Tania Enríquez Mier

 

Olga Nelly Estrada, especialista en estudios de género de la UANL

 

Por Claudia Peralta Vázquez*  En México los casos de feminicidios van en aumento y las alertas de violencia de género aprobadas en las entidades con mayores índices no son lo suficientemente efectivas para erradicarla, destacó Olga Nelly Estrada, especialista en estudios de género de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

Aun cuando a nivel nacional siete mujeres pierden la vida diariamente por esta causa, los recursos destinados a prevenir dicha problemática generalmente son desviados para otros rubros.

Además, a pesar de que existen leyes vigentes, hay casos donde no se persigue ni captura al violador o feminicida; tampoco hay albergues para mujeres víctimas de violencia ni personal capacitado en perspectiva de género.

Durante su participación, el viernes 13 de octubre, en el IV Coloquio Internacional Discurso(s) en Frontera(s) “Fronteras de la memoria: lenguajes del dolor y trauma en México en el siglo XXI”, realizado por el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), informó que, de los países de América Latina, México ocupa el primer lugar en número de feminicidios, seguido de El Salvador.

Mencionó que Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, Estado de México, Morelos y Veracruz, son las entidades que presentan un mayor número de casos en el país.

Ante este panorama, lamentó que en la actualidad aún persistan prácticas androcentristas, sexistas y misóginas, y que la subordinación jerárquica de la mujer sea el motivo del incremento de feminicidios, ya que los roles y actividades de la mujer siempre se han considerado inferiores por parte del sexo masculino.

A decir de la investigadora y académica de la UANL, quien intervino en la Mesa 7 “Violencia de género y feminicidio”, la persona que comete este delito casi siempre es alguien cercano a la víctima, como su pareja sentimental.

Al referirse a las edades, precisó que la mayoría de los feminicidios se da en contra de quienes tienen entre 20 y 34 años, pero también entre adolescentes y personas de la tercera edad.

Tan sólo en 2011, en el estado de Nuevo León se registraron 270 casos, razón por la cual una organización no gubernamental (ONG) exigió al Gobierno Federal la alerta de violencia de género, misma que fue aprobada en 2016 para los cuatro municipios más violentos: Guadalupe, Juárez, Monterrey y Apodaca.

 

Participantes en la Mesa 7 “Violencia de género y feminicidio”

 

Sin embargo, los 80 millones de pesos destinados para estos municipios fueron desviados para otras acciones y no para prevenir la violencia de género.

“Lo que sucede en Nuevo León, como en otros estados del país, es que las personas que brindan capacitación no cuentan con la perspectiva de género adecuada para generar una reflexión y prevención.”

Durante su exposición realizada en el auditorio del IIHS, mostró a los asistentes algunos textos periodísticos cuyos encabezados y narrativas son androcéntricas, sexistas y machistas, con marcadores discursivos que enaltecen las cualidades masculinas del atacante, mientras que de la víctima únicamente se revelan datos comunes como nombre y posible edad.

Con el tema “Ciberviolencia contra mujeres y niñas”, Tania Enríquez Mier, del Instituto de la Mujer de la Ciudad de México, destacó que en redes sociales también se detecta un alto índice de violencia de género de forma peligrosa, toda vez que siete de cada 10 mujeres han sufrido acoso sexual.

Lo anterior, de acuerdo a una encuesta realizada hace tres años por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de una  comisión que desarrolla estudios sobre las nuevas tecnologías desde un enfoque social.

Explicó que la ciberviolencia es una nueva noción que se considera como un comportamiento violento en línea. Puede ser intencional por parte de un grupo o un individuo, que va desde el acoso hasta el deseo de dañar físicamente y atacar sexualmente.

Se manifiesta a través del grooming, o acoso de un adulto a un menor con el objeto de tener un control psicológico hasta llegar al abuso sexual; sexting, que es el intercambio de videos e imágenes sexuales entre las parejas; cyberbulling, violencia en redes que se da entre iguales.

El shaming consiste en subir una imagen a la red de una amigo(a) o novio (a), con el propósito del chantaje; doxing, es tener información de una persona o comentario hecho a través de WhatsApp; y el stalked, que es amenazar, difamar, denigrar, insultar y acosar a la víctima.

Precisó que en nuestro país el 60 por ciento de la población tiene acceso a Internet, de ahí se desprende que tanto hombres como mujeres lo utilizan de igual forma.

El Internet o las redes sociales han transformado la manera en que nos comunicamos, socializamos e informamos, dijo la candidata a Doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de París.

Se refirió a los discursos de odio en la red y la normalidad con la que son tolerados por las personas, como los memes que son viralizados, se les da like, pero denigran a la mujer o tienen contenidos discriminatorios.

Mencionó las campañas de odio viral a través de los hashtag: #SiNoteGolpeanNoTeAma; #SerMachistaEsHermoso; #QuemaAtuMujerPorGolfa, hechos por grupos anónimos en la red como: Legion Holk, Secta100tifika, Gel Grasa, El Escuadrón y Machitroles, que se extienden en diversos países del mundo.

Dichas campañas, dijo, tienen que frenarse pues no sólo genera un discurso de odio, sino que incita a este comportamiento.

Al respecto, resaltó que no existen mecanismos de acción para frenar esta problemática; sin embargo, se buscan establecer protocolos de atención para dar con los acosadores y que la policía cibernética atienda el tema desde el punto de vista genérico. Colaboración*