Ocho candelas explora la historia de un grupo de judíos veracruzanos

  • El filme ganó el Premio Joyce al mejor documental en el Festival Internacional de Cine Judío de San Diego, en 2003
  • Fue presentado en el Aula Clavijero en el marco del Coloquio Filmado en Veracruz

 

La segunda sesión del coloquio contó con los comentarios de Roberto Ortiz, Elissa Rashkin y Ricardo Benet

 

Por Carlos Hugo Hermida Rosales* La Universidad Veracruzana (UV), a través del Departamento de Cinematografía, exhibió el documental Ocho candelas, dirigido por Sandro Halphen, el cual plantea la conversión al judaísmo de 200 personas de ocho familias veracruzanas católicas, quienes a partir de referentes familiares e históricos se vincularon con el rabino Samuel Lerer para iniciar y concretar este cambio.

La proyección del filme ocurrió dentro de la segunda jornada del Coloquio Filmado en Veracruz, que consta de tres sesiones de las cuales la primera se llevó a cabo el 23 de junio y la última ocurrirá el 20 de octubre. Este evento tiene por objetivo reunir a expertos o estudiosos del ámbito cinematográfico para dialogar con los asistentes sobre la importancia del cine mexicano realizado en el estado de Veracruz.

En esta ocasión participaron Elissa Rashkin, investigadora del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC); Roberto Ortiz Escobar, investigador de la Cineteca Nacional, y Ricardo Benet Santamaría, jefe del Departamento de Cinematografía de la UV.

 

Elissa Rashkin

 

Rashkin mencionó que el documental fue grabado en Xalapa, Veracruz y Catemaco; explora la vida de personas que se identificaron como judíos por diferentes motivos, y a través de la recuperación de la memoria histórica de sus raíces ocultas, deciden adentrarse más en esta religión.

“Este filme muestra la diversidad cultural y religiosa en México que, aunque no siempre es reconocida, existe tanto a nivel nacional como local, y una muestra es esta minoría judía que habita en el estado de Veracruz.”

La investigadora destacó que Ocho candelas refleja el caso de veracruzanos que se identificaron como descendientes de personas que profesaban la religión judía, pero que debieron renunciar a ésta por presiones de la época.

 

Roberto Ortiz Escobar

 

Comentó que el estado de Veracruz es muy rico en tradiciones y expresiones culturales, y que cada vez existen más producciones cinematográficas que llevan a cabo proyectos en torno a ellas, lo cual es excelente ya que la diversidad siempre es algo que enriquece y hace cuestionar lo propio para reconocer lo ajeno.

“La historia judía está llena de conflictos a lo largo del tiempo, y explorarla a través del cine es de suma importancia en cuestión de tolerancia y convivencia cultural”, declaró.

Por su parte, Roberto Ortiz explicó que la conversión de 200 católicos veracruzanos de las ciudades de Xalapa, Catemaco y Veracruz al judaísmo, son datos que no registra el cine pero sí el documental, ya que pareciera que a veces el cine llega tarde a eventos históricos.

 

Ricardo Benet Santamaría

 

Relató que existen algunos antecedentes a partir de segunda mitad del siglo XX, de películas que a través de la ficción y desde el documental abordan la situación de la comunidad judía en México desde diversos aspectos.

“Es de suma importancia que se recupere esta memoria histórica, y el Coloquio Filmado en Veracruz debe servir para rescatar materiales fílmicos que creen un enlace con nuestra memoria.”

El investigador afirmó que la mayoría de las veces el documental no tiene repercusión en pantalla grande más allá de algunos festivales, por lo que la UV proyecte estos filmes es un hecho que debe celebrarse y apoyarse para fortalecer estas actividades.

Ricardo Benet resaltó la importancia de los investigadores que participaron en esta edición del Coloquio Filmado en Veracruz, al brindar sus comentarios sobre este documental al que considera exótico, porque encontrar grupos de veracruzanos convertidos al judaísmo requiere una gran labor.

Enfatizó que pensar que el cine es territorio exclusivo para cineastas o investigadores es algo muy pobre, ya que es un arte que convoca a todas las profesiones.

“Existen biólogos que son excelentes cinéfilos y literatos que son amplios conocedores de la industria cinematográfica, hecho que aprovecha el coloquio para convocar a personas que tienen que decir algo sobre el cine, y así tener una visión más amplia de asuntos que eran desconocidos sobre el trabajo fílmico en la entidad”, expresó. Colaboración*