Las importantes «4C»
POR: Mtra. Irasel Negrete Ronzón
“Da igual quién seas o de dónde vengas.
La capacidad de triunfar empieza en ti mismo siempre”.-
Oprah Winfrey
Ser docente de cualquier área o cualquier nivel requiere de ciertas características para que dicha práctica sea relevante, enriquecedora y sobre todo trascendental, aunque podemos encontrar más factores clave que podrían apoyar el proceso de enseñanza – aprendizaje, me enfocaré en cuatro que me resultan primordiales a los que he nombrado: “las 4 “C”.
Para iniciar hablaré del compromiso, un concepto que se refiere a la dedicación y el esfuerzo que los docentes ponemos en nuestra labor para asegurar el aprendizaje y en general el desarrollo integral de los estudiantes en un ambiente agradable, dicha cualidad se manifiesta desde la planificación de las clases, la atención y trato que les damos a los alumnos, la retroalimentación constructiva y la búsqueda constante de la perfección de nuestra labor, considero que los maestros que son más comprometidos con su labor los podemos notar más fácilmente porque son aquellos que además de ocuparse de brindar clases con contenidos relevantes, crean un ambiente de aprendizaje positivo y motivador en donde los alumnos se sienten no solamente motivados sino valorados. “Estar en un nivel alto de la escala de compromiso significa poder establecer metas de manera efectiva y lograrlas de manera constante, sin distraerse. Un nivel alto de compromiso indica que eres bueno estableciendo rutinas y hábitos que fomentan el éxito”, dice Positive Psychology.
La siguiente “c” es la confianza y ésta la enfoco no nada más en aquella confianza personal que debe partir de nuestro autoconocimiento para reconocer en nosotros nuestros talentos y habilidades, sino a la relación de confianza que se establece entre los docentes y los estudiantes, así como entre los docentes y sus colegas. Dicha confianza se construye a través de la comunicación honesta y asertiva que lleva consigo empatía, paciencia, respeto y comprensión acompañada al mismo tiempo de la escucha activa; un docente que permite que los estudiantes se sientan cómodos aprendiendo y equivocándose así como al tomar riesgos, compartir sus ideas y aprender de sus errores es un docente con mayores probabilidades de éxito en el ejercicio de su profesión.
La tercera “c” es la de calidad que se refiere a la excelencia en la enseñanza y el aprendizaje, y la búsqueda constante de mejorar los resultados educativos, un maestro que busca y promueve la calidad no sólo planea sus clases, las ejecuta con maestría y pasión, se autoevalúa, se actualiza constantemente para estar a la vanguardia, busca innovar y promueve que sus estudiantes logren alcanzar sus metas y objetivos.
Por último, la creatividad, que para mí es una pieza clave en cualquier ámbito de la vida no puede estar fuera de esta lista de elementos indispensables en la docencia, puesto que no sólo nos permite encontrar la solución a problemas o situaciones imprevistas, nos ayuda expresarnos de manera única y auténtica y así como a encontrar nuevas formas de apreciar y disfrutar las cosas, cuando un docente aplica la creatividad, sus clases resultan originales y divertidas, se apoya en material atractivo y relevante, fomenta a su vez la creatividad en sus alumnos y el proceso de enseñanza y aprendizaje se da de manera natural.
En resumen, estos cuatro factores son fundamentales en la docencia, se enriquecen mutuamente y contribuyen a un aprendizaje positivo y efectivo en un ambiente seguro, al aplicarlos en conjuntos, se puede garantizar una educación de alta calidad y excelencia que permita a los educandos desarrollarse plenamente.
Si no sabes cómo desarrollarlos, puedes documentarte en diferentes referencias bibliográficas, conocer las biografías de pedagogos o docentes destacados, experimentar nuevas estrategias, intercambiar ideas con tus colegas, buscar reatroalimentación con gente que admires en el ámbito profesional, capacitarte continuamente así como plantearte nuevas metas y objetivos alcanzables que te ayuden a reinventarte.